Tu perro ya no es esa bola de pelo y con patas que tenías en casa.
Ha pasado el tiempo volando y tu perro ya es todo un hombre (o toda una señorita).
Ya no es el típico cachorro que no quería caminar con correa, que cogía todo en casa y que se meaba en cualquier momento.
No. El tiempo pasa muy deprisa, verdad?
Pero… seguramente sigues teniendo en casa momentos que te desesperan y que no sabes qué hacer con él.
Quizás también hay días que estás menos rato en la calle del que te gustaría porque no va bien con la correa o estás mucho rato, pero sin llegar a disfrutar.
Y tal vez le sueltas con miedo, porque te hace menos caso que cuando era cachorro o a lo mejor, ni le sueltas.
Mi pregunta es, ¿Quieres cambiar eso?
Si es así, tengo algo para ti, fíjate bien:
Cero discusiones con tu pareja porque los dos haréis lo mismo. Ojo con esto que también es importante.
Un perro más cansado y más feliz porque pasará más tiempo suelto al tener la confianza de cómo lo tienes que hacer.
¿Tienes dudas?